En el marco del programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (Programa MasAgro), encabezado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), a través de su línea de acción MasAgro Biodiversidad la cual tiene por objetivo fomentar el aprovechamiento sustentable de recursos genéticos mediante tecnologías de punta y desarrollo de capacidades, para acelerar el desarrollo de variedades de maíz y trigo de alto rendimiento, estables y tolerantes al cambio climático.
El CIMMYT, convoca a estudiantes mexicanos de licenciatura que deseen realizar tesis, prácticas profesionales o servicio social y maestría de universidades mexicanas o extranjeras para desarrollar investigaciones en temas relacionados con el aprovechamiento de los recursos genéticos de maíz y/o trigo empleando datos, herramientas, germoplasma, métodos y/o servicios producidos por el proyecto. Las áreas disciplinarias de los proyectos incluyen: genética, genómica, bioinformática, fitomejoramiento, biometría/estadística y otras afines a los objetivos de MasAgro-Biodiversidad.
La presente Convocatoria dará preferencia a aquellos estudiantes que formen parte de programas de formación de capital humano de centros públicos de investigación, universidades, sector privado y asociaciones civiles dedicadas al mejoramiento y producción de semillas, organizaciones no gubernamentales involucradas en la conservación de la biodiversidad y otras relacionadas con la gestión de los recursos fitogenéticos.
Los apoyos para los estudiantes incluyen asesoría especializada por científicos adscritos o colaboradores del proyecto; además de viáticos en caso de ser necesarios.
Los interesados deberán enviar su Curriculum Vitae y una carta de intención, con el visto bueno de su asesor en la universidad (solicitar formato), antes del 15 de junio de 2017. Las propuestas serán evaluadas por un comité integrado por científicos de reconocido prestigio y los candidatos seleccionados serán contactados antes del 15 de julio del 2017.
Los interesados pueden solicitar más información, el formato de la carta de intención y la lista de requisitos, dirigiendo un correo electrónico a: César Petroli (c.petroli@cgiar.org); María Elena Campos Saucedo (m.e.campos@cgiar.org) y Carlos Garay (c.garay@cgiar.org).
Para mas información, por favor visitor el sitio web seedsofdiscovery.org
El banco de germoplasma del CIMMYT es una fuerza vital de muchas de las actividades de MasAgro Biodiversidad, resguardando la diversidad genética necesaria para desarrollar las variedades nuevas de maíz y trigo que los productores necesitan para alimentar a la creciente población mundial en un ambiente cambiante.
Situado en la sede del CIMMYT en el centro de México, el Banco de Germoplasma del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) contiene casi 28,000 colecciones únicas de semilla de maíz y 170,000 de trigo de todas partes del mundo. Las colecciones preservan la diversidad de las variedades nativas y parientes silvestres de maíz y trigo y se encuentran en condiciones de almacenamiento a largo plazo en beneficio de la humanidad conforme el Tratado Internacional del 2007 sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. Las colecciones también se estudian y se utilizan como una fuente de diversidad para mejorar los caracteres esenciales, tales como la tolerancia al calor y la sequía, la resistencia a plagas y enfermedades, el rendimiento y la calidad de grano. La semilla se distribuye libremente a solicitud de investigadores, estudiantes e instituciones académicas y de desarrollo en todo el mundo.
Para aprender más sobre la historia del banco de germoplasma y sus actividades, haga clic aquí:
Maíz
Trigo
Si usted ha recibido semilla del banco de germoplasma, favor de llenar la encuesta de seguimiento a clientes del banco de germoplasma de maíz aquí y del banco de germoplasma de trigo aquí
Sukhwinder Singh en un trigal de la Universidad Agrícola del Punjab, India, parte de un ensayo de evaluación de trigo criollo mexicano (al frente) y de líneas derivadas de los trigos criollos (trasfondo). Foto: Mike Listman/CIMMYT
Por primera vez en la historia, un equipo de científicos de China, India, México, Uruguay y Estados Unidos caracterizó genéticamente una colección de 8,400 trigos criollos mexicanos de siglos de antigüedad que están adaptados a condiciones diversas, a veces extremas, y que constituyen un tesoro de diversidad genética con potencial para combatir la vulnerabilidad del trigo a las variaciones del clima.
El estudio publicado hoy en Nature Scientific Reports y coordinado por científicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con sede en México contiene información genética crítica sobre los trigos criollos mexicanos que se puede utilizar en el mejoramiento dirigido a aumentar la productividad del trigo a nivel mundial.
Estos recursos genéticos son esenciales dados los efectos climáticos bien documentados que ponen en peligro las zonas productoras de trigo, señaló Sukhwinder Singh, investigador de trigo del CIMMYT y autor de correspondencia del informe.
“Estos trigos nativos, conocidos como trigos criollos, fueron traídos a México durante un periodo de tres siglos comenzando en el siglo XVI”, subraya Singh, quien también da crédito en el estudio al programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), un proyecto de investigación para el desarrollo rural sostenible de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT. “El trigo no es originario de México pero esto dio a los criollos tiempo de hacerse más resistentes en zonas donde la temperatura al final de ciclo puede llegar hasta los 40°C”.
El calor causa estragos en la capacidad del trigo de producir granos bien llenos. La investigación muestra que los rendimientos de trigo disminuyen 6% por cada grado Celsius que la temperatura aumenta y que el calentamiento ya está limitando los aumentos del rendimiento en las megarregiones productoras de trigo, como las del sur de Asia, que albergan a más de 300 millones de personas desnutridas y cuyos habitantes consumen más de 100 millones de toneladas de trigo anuales.
Katie Lutz
La semilla se siembra en el invernadero y posteriormente se cosechan muestras que se preparan para mandarlas al laboratorio donde se realizan la extracción de ADN y el genotipeado.
Foto: Carolina Sansaloni/CIMMYT
En Siria, país devastado por la guerra civil, un equipo de científicos de México y Marruecos se apresuran a poner a salvo una muestra vital de la enorme y antigua diversidad genética del trigo, que se encuentra en las colecciones de semilla de un centro internacional de investigación antes basado en Aleppo, pero que fue obligado a abandonar el lugar en 2012-2013.
Los investigadores están restaurando y caracterizando genéticamente más de 30,000 colecciones únicas de semilla de trigo del banco de germoplasma (en Siria) del Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas (ICARDA), que reubicó su sede en Beirut, Líbano, y respaldó 150,000 colecciones de semilla de cebada, haba, lenteja y trigo en los bancos de sus colaboradores y en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, en Noruega.
En marzo de 2015, científicos del ICARDA recibieron el Premio de Innovación de la Fundación Gregor Mendel por su valiente determinación de asegurar y preservar sus colecciones de semilla en Svalbard y seguir trabajando para que el banco de germoplasma en Siria siguiera operando incluso en medio de la guerra.
Ancestros del trigo moderno (der) comparados con una espiga de trigo moderno (izq).
En un mundo donde se proyecta que la población alcanzará los 9,000 millones para el 2050, la producción de grano debe aumentar para satisfacer la creciente demanda de alimentos. Esta es una realidad sobre todo en cuanto a la producción de trigo harinero, que aporta una quinta parte del total de calorías que consume la población a nivel mundial. Sin embargo, el cambio climático amenaza con desestabilizar la seguridad alimentaria mundial, en vista de eventos climáticos extremos y calor que merman la productividad agrícola y superan la rapidez con que la agricultura se puede adaptar de manera natural, causando incertidumbre sobre nuestra capacidad de alimentar a la población mundial. ¿Cómo podemos asegurar la producción agrícola y garantizar la seguridad alimentaria de las futuras generaciones?
Para seguir alimentando a los habitantes del planeta es primordial que identifiquemos variedades de cultivos con características de adaptación y calidad, como tolerancia al calor y a la sequía, que les permitan sobrevivir y crecer pese a las condiciones ambientales adversas. Por esta razón, Sehgal et al. recientemente llevaron a cabo un estudio titulado “Exploring and mobilizing the gene bank biodiversity for wheat improvement” para caracterizar muestras de semilla de trigo del banco de germoplasma del CIMMYT e identificar variaciones útiles en el mejoramiento de trigo.